domingo, 10 de julio de 2022

Aracaladanza o la felicidad de disfrutar con la danza de los objetos


              Loop de Aracaladanza en el  Festival Fresca, Plaza de toros de Alicante, 9 de julio de 2022

  


            Hacía años que quería asistir a alguna representación de esta compañía madrileña, que desde 1995 y gracias al impulso de Enrique Cabrera, ha conseguido seguir en la brecha de la creación para público infantil y familiar. Por fin se dio la ocasión.

            También hacía tiempo que no estaba, los 55 minutos que duró el espectáculo, con una sonrisa en la boca. Así es Loop, la obra que según la sinopsis de la propia compañía de danza: “es pasión por el escenario, pegamento que celebra el ansia de vida, pura diversión”.

            Un público, entregado, atento, de todas las edades (qué gran felicidad ver a gente joven asistiendo a espectáculos de danza) aplaudió con entusiasmo al final. He de añadir que eché en falta a los profesionales de la danza de la zona, a los alumnos, futuros bailarines: quizás no hayan descubierto todavía que la danza es diversa y que espectáculos de calidad como este no solo entretienen, sino que forman público y que pueden ser fabulosos; que se puede ver danza contemporánea sin necesidad de sufrir grandes conmociones o verse envuelto por personajes llenos de tics compulsivos.

            El espectáculo comienza, precisamente, cuando todo acaba. Una proyección de un público aplaudiendo y varios bailarines, de espaldas al público real, que saludan.

 

 

            Después… después empieza la magia.

 


         

        El escenario se va quedando desnudo, desposeído de todos sus aderezos para dar paso a la imaginación, a la danza y al mundo de los sueños, de los personajes maravillosos y de los objetos que bailan creando figuras insólitas y, cada tanto, impredecibles. Así, vemos cómo se pueden crear formas irreales y poéticas con telas; estructuras geométricas con gomaespumas cuadradas que bailan al compás o en canon; disfrutar del juego con una escalera; recrearse con las cintas que sirven para pegar el suelo de linóleo; bailar sobre taburetes dejando volar la imaginación al igual que el cuerpo viaja impelido por las ruedas; una coreografía con pies inquietos, reales y de plástico, que juguetean entre ellos; para terminar, después de un sinfín de creatividad, con los interminables movimientos de un grupo de bailarines que semejan a luchadores de kung fu que, con su energía, convierten la danza en estelas blancas que recorren el escenario en todas direcciones.

 


 


            Todo está calculado al milímetro, bien medido en el tempo, la coordinación es encomiable entre los bailarines y los técnicos; y el uso de los objetos que se van sucediendo, todos susceptibles de encontrarse en un teatro, es imaginativo y desenfadado.

             Los artistas se divierten, lo pasan bien, es evidente; y esa joie de vivre se transmite a los espectadores en cada gesto desde el inicio hasta el final. La cuestión reside también en la facilidad con la que todo está realizado; lo que revierte en beneficio del espectáculo, pues nada parece complejo aunque sepamos, los que nos dedicamos a la danza o lo hayamos hecho en algún momento, que es justo ese uno de los grandes aciertos de las buenas obras.

            No es necesaria una historia, la sorpresa y la creatividad se van hilando en un perfecto tapiz que va calculando la emoción hasta terminar en un fin de fiesta lleno de energía y movimiento. Los bailarines acaban disfrutando incluso en una enorme caja de almacenamiento, bailan y ríen en compañía de unos globos y una música: la felicidad puede ser también una píldora que se sirve en pequeñas dosis.

      

 

 

viernes, 29 de octubre de 2021

“Marie Antoinette” por el Malandain Ballet Biarritz

 Teatro Principal de Alicante, 26 de octubre de 2021


                Asistir al teatro para ver danza en Alicante es una rareza que debemos disfrutar; pero si, además, podemos conocer de primera mano a esta compañía francesa, se convierte en una celebración.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Alek Popov y "La caja negra" o el absurdo y loco viaje de dos hermanos

 

POPOV, Alek. (2020). La caja negra. Los perros vuelan bajo. Automática Editorial

 


            Gran descubrimiento de esta editorial de la que he adquirido, gracias al empeño del equipo de la Librería de 80 Mundos de Alicante de dar difusión a todas las editoriales, dos libros: este que me dispongo a comentar brevemente y La novia prusiana, de Yuri Buida, un extenso volumen de relatos que me está sorprendiendo con su “realismo mágico” à la russe.

miércoles, 26 de mayo de 2021

"Delatora", de Joyce Carol Oates

             Después de terminar la novela de esta escritora estadounidense no puedo más que pensar que es una de las grandes. He de confesar que me ha resultado penosa su lectura, no en el sentido de la dificultad de la misma, sino en la tristeza, rabia y aflicción que producen sus líneas. Un rayo de esperanza parece vislumbrarse al final, mas queda un poso de amargura por las vivencias de la protagonista.

            Joyce Carol Oates nació en Lockport (Nueva York) en 1938 y tiene una extensa bibliografía que abarca todos los géneros literarios (novela, relatos, poesía, teatro). La prolífica autora —con sorprendente promedio de dos obras por año—, que también ha escrito bajo dos pseudónimos— Rosamond Smith y Lauren KellyCon— es conocida, sobre todo por La hija del sepulturero (2007), Infiel (2001), Memorias de una viuda (2011), Blonde (2000), Mujer de barro (2012), Rey de Picas (2015).

Los temas recurrentes sobre los que ha escrito Oates son: la pobreza rural, los abusos sexuales, las diferencias de clase, las luchas de poder, los conflictos raciales, el sueño americano, los padres, la niñez y adolescencia de las mujeres, la violencia, y curiosamente, también el terror... Casi todos estos son tratados en la novela que nos concierne, Delatora (2019).


 

            La protagonista de la novela, Violet, una niña que vive en una familia numerosa, se encuentra en la encrucijada de tener que denunciar la agresión que dos de sus hermanos, junto con otros compañeros, han perpetrado contra un chico negro (y este detalle es significativo), que, después de unos días hospitalizado, muere. Esta decisión acaba condicionando su vida y enfrenta a la pequeña a un sinnúmero de vicisitudes que la sobrepasan (a quién no).

            La construcción de su personalidad, afectada por la violencia en la que vive (padre alcohólico y hermanos violentos), con el miedo latente en todo momento, no puede más que verse afectada. La falta de amor, de cariño y el rechazo total y sin fisuras de la familia y, sobre todo, de la madre, le produce una inseguridad que le impide ser fuerte ante las situaciones posteriores a las que se enfrenta. La violencia que ejercen los hombres que la rodean, desde su niñez hasta su juventud, es desoladora. Esta se presenta de diversas formas: violencia sexual sobre todo, pero también física, verbal, moral. La manipulación que ejercen los personajes masculinos sobre Violet y el resto de mujeres que planea por la novela es desconcertante, aunque por desgracia reconocemos esos comportamientos en la vida real. Pero Violet también es una superviviente, una niña, adolescente, mujer que, a pesar de todas las desgracias, mantiene el instinto de conservar la vida a pesar de todo y de salir adelante aunque, a cada paso, se tope con una dificultad.

            Los pensamientos (voz interior) de la protagonista y del resto de personajes, expresados en cursiva, contribuyen a acrecentar esa angustia que planea a lo largo de la obra; no hacen más que plasmar el sentimiento de culpa de una niña que se ve obligada a traicionar a su propia familia; la agresión verbal que sufre a causa de los demás pero que también se infringe ella misma. Esto, junto con la alternancia de la primera, segunda y tercera persona vertebran la novela de modo singular, aportando perspectivas distintas que conforman un conjunto perfectamente vertebrado y descorazonador.

            El racismo, la violencia, la descripción de los comportamientos caducos de una sociedad enferma por convicciones morales irracionales constituyen el ambiente opresor entre el que nuestra protagonista se mueve.

Un relato duro, quizás más por ser el de una niña, indefensa y necesitada de amor, pero un relato necesario.

 

lunes, 5 de abril de 2021

Qué te parece collages (di)versos: un hermoso proyecto que aúna palabra e imagen

Hace tiempo que los amigos de la autora de este blog disfrutamos de su buen hacer. He de decir que preservaré su nombre, pues así es como ella quiere moverse en este mundo digitalizado.


 

La autora de este blog utiliza la técnica del collage para expresar la emoción o el sentimiento que le producen algunas palabras o versos. Esta habilidad, que empezó casi como un juego, se ha convertido ya en portada de algunos libros. Y es que Qué te parece collages (di)versos conjuga la modernidad de sus propuestas con la belleza de la palabra que la conmueve; y el resultado es maravilloso pues interpreta, como hacemos cada lector en nuestra lectura en la imaginación, a través de su obra, y así reconstruye el imaginario de los autores, enriqueciéndolo (según mi parecer).

 

He de decir que no puedo ser objetiva, pues dos de mis libros han inspirado sus obras: En... (Segunda edición) y "Cuatro por cuatro", que aparecerá en breve y del cual tengo dos maravillosos collages que pronto añadiré a este enlace.



El resultado de su trabajo no puede ser más hermoso, y, como prueba, aparte de lo ya mostrado, varios botones:

"¿Dónde están los elefantes? de Joaquín Juan, "Como un pez atrapado en la pecera de los días tristes" de Ramón Bascuñana, "Los días" de Felipe Benítez ReyesEsta tarde tan triste, tan triste, tan triste de Jaime Sabines y muchos otros desde 2012.


 

Os invito a visitar el blog, no os defraudará.


Os presento el último post sobre mi libro "Cuatro por cuatro"








lunes, 29 de marzo de 2021

ALCOHOL DE 99º de Manu López Marañón: los bajos fondos reclaman su espacio

 

 Siguiendo mis costumbres de leer picando en muchos autores diversos y de temática variada adquirí, no hace demasiado, esta novela. ¿Por qué? Pues conocí a su autor a través de la red social Facebook, ya no recuerdo bien cómo, y leí algunas de sus reseñas literarias que estaba publicando en diversas revistas digitales. Después supe que publicaba una segunda edición de su primera novela, y me decidí a adquirirla sin pensármelo demasiado; la intuición me falla poco en este sentido. Por los comentarios sobre el argumento y la ambientación supe que no tenía un conocimiento profundo ni siquiera somero de este género, si así se le puede clasificar, en el que se describen los bajos fondos, y que a simple vista no me atraía demasiado, aunque bien en es verdad que no hacía demasiados meses leí la magnífica Últimas tardes con Teresa, de Marsé, de la que esta obra bebe algún que otro sorbo en forma de homenaje.


 

No voy a desgranar la historia, lo siento, solo daré unas breves pinceladas, pues detesto leer el argumento en las críticas que revela hasta el más ínfimo detalle de la obra que reseña, de tal forma que poco o nada de ganas quedan ya de leerla. Ahí va pues: la historia de dos amigos de la infancia, Asís y Artur, que se ven incapaces de salir del complicado entresijo que, a veces, se produce debido a la miseria y a la falta de afecto. Bien es cierto que, en algún momento, tienen minúsculas oportunidades de abandonar la delincuencia, pero son tan escasas y mustias (rutina, aburrimiento, pobreza) que en poco pueden competir con la adrenalina que proporcionan sus aventuras fuera de la ley.

Contado de esta guisa parece simple, el argumento, pero nada más lejos de la realidad; la trama se va complicando hasta convertirse en compleja, hacia la última parte de la novela, donde los personajes, cuya nómina se va ampliando sustanciosamente conforme avanzamos en la lectura, forman un entramado muy bien engarzado que invita a una lectura apresurada para conocer el desenlace, pues el ritmo va en aumento hasta convertirse en vertiginoso.

La ambientación de la novela, retrato de los años 80, es precisa y fidedigna, lo cual aporta al relato veracidad y rigor: una España que se adentraba en una falsa modernidad, donde la droga y el desenfreno marcaron a varias generaciones de ciudadanos y dejaron una huella difícil de borrar, ni siquiera con alcohol de 99º.

He de decir que lo que más me sorprendió de la novela fue el dominio de los diferentes registros. El narrador emplea un vocabulario complejo, elaborado, con descripciones precisas y expresión, en algunos momentos, casi barroca; mientras que los diálogos constituyen un ejemplo perfecto del habla callejera de los bajos fondos. Dos puntos clave, a mi parecer, que muestran el cuidado que el autor ha puesto en el trabajo del estilo: el habla del argentino (doy fe por experiencia propia) y los informes que uno de los personajes, Dora, realiza por escrito para robar un banco. No hay pudor a la hora de describir los encuentros sexuales entre hombres, son explícitos y por momentos agresivos, dolientes; el autor no duda en nombrar, no realiza eufemismos ni transforma en imágenes los hechos y es un acierto, pues incide en la crudeza de la vida de estos pobres diablos.

Robo a gasolineras, atracos a banco, engaño, prostitución, droga, cárcel… no es novela para mojigatos, sino para aventureros que no tienen reparo en adentrarse en las complejas vidas de personajes, que, a pesar de sus acciones, por lo general violentas ,producen, por momentos, lástima, pues se encuentran encerrados en un mundo del que les es imposible salir. Tenemos un muestrario de todas las debilidades humanas: la lujuria, la envidia, la avaricia, la traición, la venganza, la codicia…

La novela también tiene sus momentos tiernos (el enamoramiento de Asís le lleva a leer a Los hermanos Karamazov), sorprendentes (un intento de viaje a Londres para buscar a Lenon, posible progenitor de uno de los protagonistas), divertidos (la pancarta del reformatorio) que alivian la tensión de unos personajes que vagan por Bilbao y Barcelona como almas en pena, adentrándose cada vez más en un infierno del que, algunos, no podrán salir con vida; otros seguirán siendo carne de prisión. Solo los más afortunados conseguirán salir airosos, por el momento; un halo de fatalidad cubre a estos personajes y deja un regusto amargo en el paladar del lector.

Un gran comienzo en la escritura creativa de Manu López Marañón (podéis leer alguna reseña suya en la revista Moon Magazine), que estoy segura nos ofrecerá, de nuevo, buenos momentos con la lectura de sus siguientes obras.

 

P. D.: Podéis adquirir la novela a través de cualquier librería por encargo, yo así lo hice en 80 mundos de Alicante (https://www.80mundos.com/); tenéis también la opción de Amazon aunque os recomiendo, siempre que sea posible, que acudáis a un establecimiento, el trato con personas siempre es más agradable y colaboramos en la conservación de estos espacios y de puestos de trabajo.