Primera novela terminada (que
no libro) en este estado de alarma.
Adquirí esta novela, como hago con casi todas un poco por
azar, sin leerme demasiado la sinopsis para no enterarme de toda la trama.
Descubro que la autora estudió musicología y piano y leo las dos primeras
líneas del principio y me decido por él.
En la caja, Sara, una de las libreras
de 80 mundos, me dice si conozco a la autora, que es una persona muy culta, que
ahora está en Alicante, que la novela está muy bien... Le contesto que no la
conozco, pero que la he escogido por los motivos que he esbozado arriba y que,
a veces, me enamoro de los libros a primera vista, y que voy picoteando aquí y
allá para conocer diversos autores. Nos reímos de la tontería, pago y me voy
feliz con mi nueva adquisición.
La estratagema es
una historia bien contada, una intriga en la que con fragmentos del pasado y
presente, como teselas, se va completando el mosaico de la realidad. Lo
interesante, más allá de la trama de la novela, que lo es, supone descubrir la
humanidad de cada uno de los personajes a través de los detalles: esas
características que los convierten en seres de carne y hueso, con sus dudas, sus
sentimientos e inquietudes. Somos partícipes
de las diferentes formas de reaccionar ante la adversidad y de la
desgracia de familias que tuvieron que soportar dos dictaduras distintas en
ideología pero igualmente opresoras y crueles. La música planea en ocasiones
por la novela, dejando así la autora una impronta de su saber.
La falta de libertad y las situaciones límite ponen al
ser humano a prueba, y es ahí donde cada uno escoge un camino diferente,
salvarse y sobrevivir a cualquier precio o defender la honradez y la justicia,
también a cualquier precio. Pero no hay estridencias en esta novela, todo está
contado con serenidad, con una serenidad
que a veces sobrecoge.
De personajes que nos conmueven, de eso está fabricada
esta novela.
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